El arte chino de la organización de la vida en función de las fuerzas del universo se remonta al menos a 7.000 años atrás y probablemente sea incluso más antiguo. Es un arte profundamente creativo e intuitivo. Pero también es una ciencia dotada de métodos técnicos para el diagnóstico, fórmulas matemáticas y términos propios.

Esta sabiduría china ha dado importantes aportes a occidente. Mucho antes que el Feng Shui conocimos la medicina china, la acupuntura, el Chi Kung, el Kung Fu y el Tai Chi, todas forman parte de la filosofía del Tao, el Feng Shui, que nos habla del arte de armonizar los espacios en que vivimos. Buscar un lugar que nos proporcione bienestar y seguridad ha sido importante a través de todas culturas de la historia. Literalmente Feng Shui significa "viento" y "agua". Dos elementos fundamentales para que exista la vida. Se dice que el viento es el que lleva el Chi y el agua es la que contiene el Chi. El Feng Shui es por lo tanto el arte del flujo y la contención del Chi.

El Feng Shui tiene tanto la Escuela de la Forma, que se basa en las formas del paisaje, las formas de las construcciones, la distribución, los colores, lo que podemos ver y percibir a través de nuestros sentidos, como un segundo sistema basado en cálculos matemáticos y mapas de diagnóstico según las orientaciones (espacio) y la fecha de nacimiento de sus habitantes y/o de construcción de la casa (tiempo), ésta es la Escuela de la Brújula.

Estos conocimientos  los aprendimos por medio del Dr. Jes T.Y. Lim, especialmente para aplicarlos a el desarrollo del logotipo de las empresas, donde a partir de las fechas de nacimiento de los socios o de la empresa misma, de sus trigramas, colores y formas nos dan los elementos necesarios para combinarlos, junto con el nombre, la razón de ser del negocio y su mercado objetivo, generando una imagen armónica y coadyuvante para su éxito.